Una de las cualidades de la cocina mexicana es la versatilidad de sus platillos, pues nunca dejamos de reinventar, crear, fusionar y descubrir recetas que se vuelven parte de nuestra cultura. Una de las creaciones más famosas que se han vuelto parte de la cotidianidad en México son los chilaquiles. Por ello, un buen mexicano ha disfrutado de unos ricos chilaquiles rojos o verdes, solos con huevo o pollo, con queso o sin queso, acompañados de frijoles.
La palabra chilaquiles se dice que viene del náhuatl, “chilaquili” derivado de chili que significa chile y aquile equivalente a estar dentro de algo. Esto porque los chilaquiles son tortillas de maíz cortadas en triángulos, la mayoría de las veces son fritas y bañadas de salsa roja o verde. Se cree que su origen se debió al tratar de evitar el desperdicio de sus principales ingredientes, la tortilla de maíz y las verduras que forman la base de las salsas.
En la actualidad, los chilaquiles han tenido una deliciosa evolución al crear variaciones como bañarlos en mole, en cremas de chipotle, suiza, de chile pasilla, etc. Podemos disfrutarlos picosos o no, con huevo estrellado o revuelto, con pollo o hasta con mariscos y cochina pibil.
La posibilidad de crear variaciones se volvió uno de los principales atributos de este platillo al permitirnos deleitarnos con ingredientes originarios característicos de nuestra gastronomía. Como sabemos que amas los amas tanto como nosotros, creamos “Ven a chilaquilear a Gino’s®”, en donde podrás elegir tu salsa preferida y la proteína para que los disfrutes como a ti te gustan. ¡Cuéntanos cómo serían tus chilaquinles ideales!
